La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado no catalogar al CBD ( cannabidiol), uno de los principales componentes de la marihuana, como una droga ya que tiene facultades paliativas en el tratamiento de enfermedades crónicas y también para pacientes con epilepsia.
Con base en la evidencia disponible, el CBD carece de psicoactividad, propiedades de refuerzo y responsabilidad por abuso. Por otro lado, los hallazgos emergentes sugieren terapias prometedoras.
Además, con base en la evidencia existente, no tiene efectos secundarios adversos ni representa un riesgo de abuso. Actualmente no hay evidencia de uso recreativo del CBD ni de ningún problema relacionado con la salud pública asociado con el uso de CBD puro, ha informado.